El Pinocho del Futuro…

La historia de Pinocho se ha reescrito cientos de veces desde que su creador el italiano Carlo Collodi lo sacara a la luz hace ya varios lustros. Ahora, productores fílmicos de España, Canadá y Francia retoman el relato y lo llevan no a este siglo sino a uno más y lo convierten en Pinocho 3000, y no es ya el títere de madera sino un robot con la personalidad de un niño de carne y hueso. Cercano a filmes como Inteligencia artificial de Steven Spielberg donde un robot puede llegar a tener sentimiento de humano, Pinocho 3000 tampoco pierde la esencia de su original, en este caso de un robot cuyo sueño es convertirse en un niño de verdad. Por supuesto, no existiría ningún Pinocho si antes no hubiera un Gepetto, quien crea a Pinocho y más que un robot se convierte en su hijo, curioso, divertido, amable, inocente y testarudo, que vive divertidas aventuras de Spencer, lo que sería el Grillo Pepe de épocas pasadas, es un pingüino cy-borg, una fallida creación del alcalde Scamboli, quien por cierto odia a Pinocho. Cyberina es el hada que trata de sacar de apuros a Pinocho y quien le indica cuál es el mejor camino para alcanzar su meta, siempre y cuando no mienta y sea un mejor robot-niño. Nada nuevo, pero todo en diferente época lo que le da una visión muy de hoy a la historia de Collodi, aunque para muchos sea un trabajo más para niños, realizado fuera del mundo hollywoodense y de ahí su escasa promoción. Siempre valdrá la pena ver una historia que trascendió tiempos y que ahora se dio el lujo de llegar al siglo XXII, cuando apenas comenzamos el XXI. Es una buena opción para la imaginación de los niños de hoy en día. Pinocho 3000. Dir. Daniel Robichaud. Animación, ciencia-ficción. Clasificación: A. Duración: 80 minutos